El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es un referente global para evaluar el desempeño de los estudiantes de 15 años. Lanzado en 2000, PISA se ha convertido en la principal herramienta mundial para comparar los sistemas educativos. Cada tres años, PISA evalúa los conocimientos y habilidades de los estudiantes en lectura, matemáticas y ciencias, centrándose en cómo los estudiantes aplican su conocimiento en situaciones reales. En la evaluación de 2022, que marcó la octava edición, las matemáticas fueron el tema principal, mientras que también se midió el bienestar general de los estudiantes a través del nuevo «PISA Happy Life Dashboard».
En total, 81 países participaron en PISA 2022, representando a 25 millones de jóvenes de 15 años en todo el mundo. La prueba, que consiste en una evaluación de dos horas y un cuestionario de 35 minutos sobre antecedentes, no solo mide el rendimiento académico, sino también los resultados sociales y emocionales de los estudiantes. El objetivo de PISA no es solo evaluar cuánto saben los estudiantes, sino también cómo pueden usar ese conocimiento en contextos desconocidos, habilidades fundamentales en la economía global actual.
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Entre los países que destacaron, Canadá se posicionó como uno de los mejores. Los estudiantes canadienses demostraron habilidades excepcionales en todas las materias, con un 78% alcanzando al menos el nivel 2 de competencia en matemáticas, muy por encima del promedio de la OCDE del 69%. En lectura y ciencias, el 82% y el 85% de los estudiantes canadienses, respectivamente, alcanzaron el nivel 2 o superior. Este rendimiento impresionante de Canadá se atribuye a su sistema educativo inclusivo y diverso, que combina tecnología avanzada, maestros altamente capacitados y un enfoque en el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
Sin embargo, los resultados de 2022 también destacan áreas en las que muchos sistemas educativos necesitan mejorar. A pesar del éxito de algunos países, el panorama global muestra que no todos los sistemas están apoyando adecuadamente a los estudiantes para que alcancen su máximo potencial. PISA subraya la importancia de equilibrar la excelencia académica con el bienestar de los estudiantes, revelando que algunos sistemas no están cumpliendo con este desafío.
De cara a 2025, el enfoque de PISA se desplazará hacia las ciencias, los idiomas extranjeros y el aprendizaje digital. Con estos cambios, los sistemas educativos de todo el mundo deben actuar con urgencia para brindar tanto una instrucción de alta calidad como oportunidades de aprendizaje equitativas. PISA sigue proporcionando evidencia valiosa e ideas políticas que pueden guiar las mejoras en la educación, ayudando a los gobiernos a tomar decisiones informadas y crear entornos donde todos los estudiantes puedan tener éxito.
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Desempeño Latinoamérica
Los resultados de PISA 2022 mostraron que los países de América Latina tuvieron un desempeño mixto, con Chile, Colombia y México destacándose por encima de otros, aunque aún por debajo de los promedios globales. Países como Brasil y Perú enfrentaron mayores dificultades, con brechas significativas entre sus estudiantes de alto y bajo rendimiento.
La región enfrenta desafíos clave como el acceso desigual a una educación de calidad, ya que los estudiantes más desfavorecidos a menudo carecen de los recursos y el apoyo necesarios. Los planes de estudio desactualizados y la falta de inversión en la formación docente también dificultan los resultados educativos. Además, la pandemia de COVID-19 agravó las pérdidas de aprendizaje, especialmente para los grupos vulnerables.
Para mejorar en 2025, los países latinoamericanos deben invertir en la modernización de sus sistemas educativos, enfocándose en el desarrollo docente y en la actualización de los planes de estudio que fomenten el pensamiento crítico y las habilidades digitales.
Abordar las desigualdades socioeconómicas mediante intervenciones específicas es crucial, Fortalecer los sistemas de datos educativos ayudará a los gobiernos a tomar decisiones informadas y un compromiso a largo plazo con la equidad y la calidad educativa es necesario para cerrar las brechas de rendimiento y mejorar los resultados.
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