- Fortalecer amistades y crear nuevas. Con la tecnología existente, hoy todos podemos mantener el contacto con amigos y familiares. Verlos y saberlos bien, incrementa en el pequeño la fe en que saldrá bien de la crisis.
- Ayudar al prójimo. Hacerles ver a los pequeños que pueden ayudar a los demás, los ayuda a entender que no están tan mal como creen.
- El cuidado personal. Se debe enseñar a los niños a cuidar su salud, su aspecto, su aprendizaje, pero también sus tiempos libres. Deben aprender a amar su cuerpo y su mente, y comprender que estos deben estar sanos para que puedan seguir creciendo.
- Mantener una rutina. Desde que inició la prolongada cuarentena, se habló de la importancia de que se mantuvieran los horarios y rutinas que los niños tenían en su cotidianeidad para brindarles confianza y seguridad. Sí hay cambios, pero siguen haciendo su tarea y quitándose la pijama, como acostumbran.
- Nuevos aprendizajes. La cuarentena se nos presenta además como la magnífica oportunidad de aprender cosas nuevas. Esto ayuda a que no vean el encierro como algo negativo. Se puede fomentar el autoconocimiento: en internet hay muchos tutoriales para aprender un sinfín de habilidades.
- Autoestima positiva. Ayudemos a recordar a los pequeños cómo pudieron superar aquellas dificultades que creían insalvables. Eso les demostrará que pueden vencer las dificultades. Hay que enseñarles a resolver problemas, a tomar decisiones, a cuidarse física y emocionalmente, a quererse, y a reírse de sí mismos, sin olvidar que la vida es un continuo aprendizaje.
- Ver lo positivo ante lo negativo. “Mira, ahora podremos aprender a hornear galletas juntos” en lugar de “No podemos salir a comprar galletas juntos”. Como padres debemos tratar de enseñarle a los niños que aún en los momentos difíciles, hay oportunidades para ser felices y no sufrir.
- Fijar metas. Asignar objetivos o metas a cumplir no solo ayuda a los niños. Los adultos también pueden fijar las propias e invitar a su pequeño a que determine las suyas. Esto les permitirá trabajar en nuevos conocimientos o habilidades, obteniendo nuevos logros, e incluso hará que el tiempo pase más rápido.
- El cambio es parte de la vida. Si hay algo que no se detiene en la vida es precisamente el cambio. Ellos deben aprender desde pequeños que nada permanece igual para siempre; entenderlo y aceptarlo los ayudará frente a los infortunios.
Recordemos que la resiliencia es la capacidad del ser humano para enfrentar las dificultades y transformarlas en algo positivo; es la entereza más allá de la resistencia. Los adultos enseñan a los niños a través de sus mismas acciones. Por eso es importante ser un ejemplo para ellos y mostrarles que los momentos desafiantes son una oportunidad de crecer y aprender.
Agradecemos a nuestros amigos de Salud y Vida por este valioso artículo.
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